Descubre cómo la cloración salina puede transformar tu piscina

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Sumérgete en la revolución del bienestar con la cloración salina para tu piscina. Este sistema transforma la sal común en cloro natural, manteniendo el agua limpia y cristalina sin los olores ni irritaciones típicos del cloro tradicional. Disfruta de un baño más saludable, suave para la piel y los ojos, y despídete de los químicos agresivos. Además, es eco-amigable y reduce costos a largo plazo. Convierte tu piscina en un oasis de salud y frescura, donde cada chapuzón es una caricia para tu cuerpo y un respiro para el planeta. ¡Da el salto a una piscina sostenible!

Cómo funciona la cloración salina

La cloración salina es un proceso innovador que convierte tu piscina en un entorno más saludable y agradable para nadar. En esencia, se trata de un sistema que utiliza sal común (cloruro de sodio) y la convierte en cloro a través de un proceso de electrólisis. El cloro generado de esta manera desinfecta el agua, eliminando bacterias y algas, sin los inconvenientes de los químicos tradicionales.

Para que todo esto suceda, necesitas un clorador salino, que es un dispositivo que se instala en el circuito de filtración de tu piscina. Primero, añades sal al agua de la piscina, alcanzando una concentración mucho menor que la del agua de mar, por lo que es muy suave para la piel y los ojos. Luego, cuando el agua salada pasa a través del clorador salino, se aplica una corriente eléctrica entre placas de titanio recubiertas con rutenio, lo que provoca la electrólisis de la sal disuelta.

En este proceso, los iones de cloro se liberan y se combinan para formar ácido hipocloroso, que es el agente desinfectante que mata patógenos y microorganismos. Lo hermoso de este ciclo es que, después de desinfectar el agua, el cloro se convierte nuevamente en sal, y el ciclo puede comenzar de nuevo. Así, con una dosis inicial de sal y un clorador salino, puedes mantener tu piscina limpia de forma continua y automática.

Además de la desinfección constante y eficaz, la cloración salina tiene otros beneficios. No tendrás que comprar, almacenar ni manipular cloro, lo que te ahorra tiempo y reduce los riesgos asociados con el manejo de químicos. También, el agua tratada con cloración salina es más suave para la piel y los ojos, lo que significa que nadar en tu piscina se convierte en una experiencia mucho más agradable.

Cuánto tiempo debe funcionar un clorador salino

El tiempo de funcionamiento de un clorador salino varía en función de varios factores, como la temperatura del agua, la cantidad de bañistas y el tamaño de tu piscina. No obstante, existe una regla general: un clorador salino debe operar de manera proporcional al tiempo que la bomba de filtrado está funcionando. Esto asegura que el agua esté circulando y tratándose de forma efectiva. Por ejemplo, si tu bomba de filtrado funciona 8 horas al día, el clorador salino debería hacerlo por el mismo tiempo.

Es importante destacar que durante los meses más calurosos, cuando la piscina está en uso más frecuente, es probable que necesites aumentar el tiempo de funcionamiento del clorador salino. El calor incrementa la demanda de cloro debido a que acelera el crecimiento de algas y bacterias. Por ello, debes monitorizar los niveles de cloro regularmente y ajustar el tiempo de funcionamiento del clorador salino en consecuencia para mantener un nivel óptimo de desinfección.

Si tienes una cubierta para tu piscina, es posible que necesites menos tiempo de cloración, ya que la cubierta ayuda a mantener limpio el agua y reduce la cantidad de cloro que se pierde por la acción del sol. Por otro lado, después de una lluvia abundante o un uso intensivo de la piscina, puede ser necesario aumentar temporalmente el tiempo de funcionamiento para asegurar una correcta desinfección.

Cómo funciona una piscina de agua salada

Una piscina de agua salada funciona a través de un proceso llamado electrólisis, el cual se lleva a cabo en un dispositivo conocido como clorador salino o generador de cloro. Aquí te explico el paso a paso de este ingenioso sistema:

Primero, tienes que añadir sal al agua de la piscina, usualmente se requiere una concentración de sal de alrededor de 3,000 a 4,000 partes por millón (ppm), que es mucho menos de lo que hay en el agua de mar. Esta sal se disuelve en el agua y está lista para ser transformada en cloro.

El segundo paso es la electrólisis. Cuando el agua con sal pasa a través del clorador salino, se aplica una corriente eléctrica a través de placas de titanio recubiertas con metales nobles. Esto descompone la sal (cloruro de sodio) en sus componentes básicos: cloro y sodio.

El cloro generado de esta manera es un desinfectante altamente efectivo, que mata bacterias, algas y otros patógenos en el agua, manteniéndola limpia y segura para nadar. Uno de los beneficios más notables de este tipo de cloración es que es mucho más suave para la piel y los ojos en comparación con el cloro tradicional.

Una vez que el cloro ha hecho su trabajo desinfectando el agua, se combina nuevamente con el sodio, convirtiéndose en sal y comenzando el proceso nuevamente. Es un ciclo continuo que mantiene niveles estables de cloro en el agua y minimiza la necesidad de añadir cloro adicional regularmente.

Además de la producción de cloro, el sistema de cloración salina también puede ayudar a mantener un pH equilibrado en el agua, lo que es esencial para un ambiente de natación cómodo y también para proteger el equipo de la piscina de la corrosión y el desgaste.

 

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