Cómo mantener tu piscina limpia: guía para limpiar el filtro

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Mantener tu piscina cristalina es más fácil de lo que piensas. La clave está en limpiar el filtro regularmente. Primero, apaga la bomba y libera la presión. Luego, saca el cartucho o limpia las rejillas según el tipo de filtro que tengas. Enjuágalos con una manguera a presión, pero con cuidado de no dañarlos. Para una limpieza profunda, sumérgelos en una solución de ácido o un limpiador especializado. Finalmente, reensambla todo y disfruta de un baño en aguas cristalinas. Recuerda, un filtro limpio es sinónimo de una piscina saludable.

Cómo mantener el agua de la piscina limpia y cristalina

Controla regularmente los niveles de pH y cloro

Lo más importante para mantener el agua de tu piscina limpia es controlar y ajustar los niveles de pH y cloro. El pH ideal debería estar entre 7.2 y 7.8 para garantizar que el cloro funcione eficazmente. Puedes medir estos niveles con tiras reactivas o kits de prueba que son fáciles de usar. Si los niveles están desequilibrados, ajusta el pH utilizando incrementadores o reductores específicos y añade cloro según sea necesario para mantener su concentración adecuada.

Limpia el filtro regularmente

El filtro es esencial para atrapar la suciedad y mantener el agua cristalina. Debes limpiarlo según las indicaciones del fabricante, que suelen recomendar una limpieza cada pocas semanas. Para los filtros de arena, realiza un proceso conocido como retrolavado. Si tienes un filtro de cartucho, enjuágalo con una manguera y cámbialo cada cierto tiempo. Los filtros de diatomeas requieren un poco más de atención, pero aseguran un agua extremadamente limpia.

Qué químicos debes agregar a tu piscina para mantener el agua cristalina

Para que tu piscina se mantenga cristalina y segura para el baño, es imprescindible que te familiarices con los químicos necesarios en su mantenimiento. Estos químicos ayudan a desinfectar el agua, equilibrar su pH y prevenir el crecimiento de algas y bacterias. Aquí te detallo los más importantes:

Cloro: Es el desinfectante más común y esencial para tu piscina. Existen diferentes presentaciones como tabletas, granulado o líquido. El cloro se encarga de eliminar patógenos y bacterias, asegurando que el agua esté limpia y salubre.

Reguladores de pH: Mantener el pH del agua entre 7.2 y 7.8 es crucial para que el cloro actúe de manera efectiva.

Puedes utilizar incrementadores de pH (hidróxido de sodio) o reductores de pH (ácido muriático o sulfúrico) para ajustar los niveles adecuadamente.

Alguicidas: Los alguicidas previenen y eliminan las algas, que pueden darle al agua un color verdoso y una textura resbalosa. Aunque el cloro puede controlar las algas hasta cierto punto, un alguicida específico puede ser necesario si notas un brote.

Floculantes y clarificadores: Estos químicos ayudan a aglutinar las partículas pequeñas que el filtro no puede atrapar, haciendo que se asienten en el fondo de la piscina para luego ser aspiradas o que floten para ser recogidas por el sistema de filtración.

Estabilizador de cloro (también conocido como ácido cianúrico): Ayuda a proteger el cloro de la degradación causada por la luz solar y es especialmente útil en piscinas al aire libre.

Finalmente, es importante que nunca mezcles químicos, ya que esto puede causar reacciones peligrosas. Añade los químicos al agua de la piscina por separado y siguiendo las instrucciones específicas para cada uno. Con estos cuidados y un mantenimiento regular, disfrutarás de una piscina cristalina durante toda la temporada.

Qué es mejor: el floculante o el clarificador

Cuando estás luchando contra el agua turbia en tu piscina, tanto los floculantes como los clarificadores pueden ser tus aliados. Pero, ¿cuál es mejor para tu situación? La respuesta depende de varios factores, incluyendo la rapidez con la que necesitas resultados, el tipo de filtro que tienes y la cantidad de suciedad en tu piscina.

Los floculantes son químicos que causan que las partículas suspendidas en el agua se aglomeren en flóculos más grandes, que después se asientan en el fondo de la piscina y pueden ser removidos mediante aspiración manual. Son ideales cuando tienes un nivel alto de turbidez y necesitas resultados rápidos. Sin embargo, requieren un poco más de esfuerzo, ya que después de que los flóculos se han asentado, deberás pasar el aspirador para eliminar los residuos.

Por otro lado, los clarificadores también agrupan partículas, pero en un tamaño que permite que el sistema de filtración de tu piscina las capture. Este proceso es más gradual, pero es menos laborioso, ya que no necesitas aspirar la piscina después de su aplicación. Son una buena opción si tu agua está ligeramente turbia o si quieres mantener el agua cristalina de forma preventiva.

Para un filtro de arena o de cartucho, un clarificador puede ser más conveniente, ya que trabaja con el sistema de filtrado existente. En cambio, si tienes un filtro de diatomeas, un floculante podría ser más efectivo debido a la finura de la filtración que estos filtros proporcionan.

 

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