Cómo mantener tu piscina cristalina sin clorador salino

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Mantener tu piscina cristalina sin clorador salino es más sencillo de lo que piensas. Solo necesitas añadir sal de piscina específica y permitir que el sistema de filtración haga su magia. La sal actúa como un desinfectante natural, produciendo cloro al pasar por la célula electrolítica, si dispones de ella, y evitando la irritación que provoca el cloro convencional. Este método es económico y suave con tu piel y ojos. Añade la cantidad recomendada por el fabricante de tu piscina, ajusta el pH, y prepárate para sumergirte en aguas cristalinas y saludables. ¡Disfruta de la diferencia!

Cómo hacer para que el agua de la piscina quede cristalina

Para tener una piscina con agua cristalina, sin la necesidad de un clorador salino, es fundamental que sigas una serie de pasos meticulosamente. Aquí te explico cómo lograrlo añadiendo sal y disfrutar de su diferencia.

Asegúrate de tener un buen sistema de filtración

El corazón de una piscina cristalina es un sistema de filtración eficiente. Revisa regularmente que la bomba y el filtro estén en perfecto estado y limpia los cartuchos o cambia la arena si es necesario. Un buen ciclo de filtración debe durar al menos 8 horas al día.

Realiza un tratamiento inicial con sal

Al inicio de la temporada, debes añadir la cantidad correcta de sal específica para piscinas; esto es aproximadamente 5 gramos por litro de agua. La sal actúa como un desinfectante natural y ayuda a mantener el agua clara y suave para la piel.

Mantén el pH del agua equilibrado

El equilibrio del pH es crucial entre 7.2 y 7.6 para prevenir la irritación de la piel y los ojos, además de proteger tu equipo de piscina. Usa tiras reactivas de prueba y ajusta el pH con productos químicos si es necesario.

Limpieza física regular

No subestimes el poder de la limpieza física. Aspira el fondo, cepilla las paredes y superficie del agua para eliminar algas y suciedad. Además, vacía los skimmers y cestas de la bomba regularmente para eliminar los desechos que puedan obstruir tu sistema.

Controla el nivel de estabilizante

El ácido cianúrico o estabilizante, protege el cloro de la degradación por la luz UV. Mantén su nivel entre 30 y 50 ppm para garantizar una desinfección efectiva sin nublar el agua.

Usa un clarificador o floculante si es necesario

Si después de todos estos pasos tu agua aún no está cristalina, puedes optar por un clarificador o floculante. Estos productos agrupan las partículas finas para que puedan ser recogidas por el filtro o asentarse en el fondo para ser aspiradas.

 

Qué pasa si le echo sal a la piscina

Cuando echas sal a tu piscina, lo primero que sucede es que la sal se disuelve en el agua. Pero aquí lo interesante es entender cómo afecta eso a tu experiencia de baño y al mantenimiento del agua. La sal por sí misma no desinfecta, pero al utilizarse en conjunto con un clorador salino, se produce cloro a través de un proceso llamado electrólisis. Ahora, si decides añadir sal sin contar con este dispositivo, los efectos son distintos.

La sal en el agua puede hacer que te sientas más flotante debido a un leve aumento en la densidad del agua. Esto puede ser agradable para nadar, ya que facilita la flotación. Además, el agua salada suele ser más suave para la piel y los ojos en comparación con el agua tratada con cloro tradicional. Sin embargo, la concentración de sal debe ser la adecuada para evitar la corrosión de los componentes de la piscina y la irritación de la piel y los ojos.

Otro punto a considerar es que la sal por sí sola no te librará de las algas, las bacterias y otros microorganismos que pueden proliferar en tu piscina. Para mantener el agua cristalina y sanitizada, necesitarás otros métodos de tratamiento como la adición de cloro o el uso de un sistema de filtrado eficiente. Asegúrate de mantener un equilibrio en los niveles de pH y alcalinidad para que la sal no provoque problemas en el agua.

Qué es mejor para la piscina: cloro o sal

Cuando se trata de mantener tu piscina limpia y cristalina, la elección entre cloro o sal es fundamental. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y la mejor elección para ti dependerá de tus preferencias personales, presupuesto y disposición para el mantenimiento.

El cloro es el desinfectante más común para piscinas y es conocido por su efectividad en matar bacterias y algas. Es fácil de encontrar y relativamente económico. Sin embargo, puede ser irritante para la piel y los ojos, y a algunas personas les desagrada su olor característico. Además, requiere un chequeo constante y ajustes para asegurarse de que los niveles sean los adecuados para una desinfección efectiva.

Por otro lado, la sal se ha vuelto popular como una alternativa más suave. Al usar un sistema de electrólisis salina, la sal se convierte en cloro, pero a niveles mucho más bajos. Esto significa que es menos probable que cause irritación y tiene un impacto ambiental más bajo. También es más conveniente ya que no tienes que lidiar con el almacenamiento y manejo de químicos. Sin embargo, la instalación inicial de un sistema de cloración salina puede ser costosa.

Qué químicos necesitas para mantener tu piscina cristalina

Mantener tu piscina cristalina sin un clorador salino puede parecer un desafío, pero con la combinación correcta de químicos y un poco de conocimiento, puedes lograr un agua perfectamente limpia y segura para el baño. Aquí te presento los químicos que necesitas para lograr ese equilibrio perfecto en tu piscina.

Cloro: Aunque estás buscando alternativas al clorador salino, el cloro sigue siendo esencial para desinfectar el agua. Puedes utilizar tabletas de cloro, gránulos o líquido para mantener los niveles adecuados y eliminar bacterias y algas.

pH: El equilibrio del pH es crucial. Necesitas mantener un pH entre 7.2 y 7.8 para evitar irritaciones en la piel y los ojos, y para asegurar que el cloro funcione eficientemente. Utiliza incrementadores o reductores de pH según sea necesario.

Alguicidas: Para prevenir el crecimiento de algas, especialmente en climas cálidos o en piscinas expuestas al sol, los alguicidas son un buen complemento. Eso sí, úsalos como preventivo y sigue las instrucciones del producto.

Clarificadores y floculantes: Estos químicos te ayudarán a mantener el agua transparente, agrupando las partículas finas para que puedan ser filtradas o decantar al fondo de la piscina para luego ser aspiradas.

Bicarbonato de sodio: Este producto es excelente para mantener la alcalinidad total del agua y puede ayudar a estabilizar el pH. Asegúrate de medir los niveles de alcalinidad y añadir bicarbonato de sodio según sea necesario.

Calcio: La dureza del calcio es importante para proteger la piscina de la corrosión o la formación de escamas. Verifica los niveles y ajusta con incrementadores de dureza de calcio si los niveles son muy bajos.

Estabilizador de cloro (Cianúrico): Especialmente si tu piscina está al aire libre, el ácido cianúrico puede proteger el cloro de la degradación por los rayos UV del sol, haciendo que el cloro dure más tiempo.

Para mantener tu piscina en un estado cristalino y libre de microorganismos sin la necesidad de un clorador salino, la adición controlada de sal y el uso de métodos alternativos de desinfección pueden ser la solución ideal. Asegúrate de equilibrar adecuadamente los niveles de sal y de monitorizar la calidad del agua regularmente para evitar la corrosión y otros problemas asociados con la salinidad. También, explora opciones como los sistemas de ozono o ultravioleta, que pueden complementar o incluso reemplazar el uso de productos químicos tradicionales. Con la información y las estrategias adecuadas, podrás disfrutar de un baño refrescante en una piscina limpia y saludable, sabiendo que estás tomando medidas responsables para cuidar tu espacio de ocio acuático. ¡Prepárate para sumergirte en un entorno acuático prístino y disfrutar al máximo de tu piscina!

 

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