Cómo elevar el pH de tu piscina con clorador salino: Guía fácil para un agua perfecta

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¿Notas que el pH de tu piscina está bajo? Con tu clorador salino puedes subirlo fácilmente. Primero, verifica el pH con un kit de prueba. Si está por debajo de 7.2, ajusta la producción de cloro del clorador para incrementar el pH naturalmente. Recuerda, un clorador salino genera cloro y, como subproducto, eleva el pH. Si eso no es suficiente, añade carbonato de sodio (soda ash) poco a poco. Revuelve bien y espera unas horas antes de medir nuevamente. Así mantendrás el agua de tu piscina cristalina y saludable, ¡lista para un chapuzón perfecto!

Cómo subir el pH de tu piscina salada

Si notas que el agua de tu piscina salada está un poco ácida, es decir, con un pH bajo, es importante que actúes para ajustar este nivel. Un pH equilibrado no solo garantiza una natación cómoda y segura sino que también protege los equipos de tu piscina como el clorador salino. A continuación, te muestro cómo puedes subir el pH de tu piscina de una manera sencilla y eficiente.

Cómo subir el pH de tu piscina salada con carbonato de sodio

Una de las formas más comunes de elevar el pH es mediante la adición de carbonato de sodio, comúnmente conocido como sosa. La cantidad que necesitarás dependerá del volumen de agua de tu piscina y de cuánto necesites aumentar el pH. Lo ideal es que lo hagas gradualmente, añadiendo el producto en diferentes puntos de la piscina y con la filtración en funcionamiento para que se distribuya de manera uniforme.

Cómo subir el pH de tu piscina salada revisando la alcalinidad total

Antes de añadir cualquier producto, es esencial que revises la alcalinidad total de la piscina, ya que esta puede influir en el pH. Si la alcalinidad está baja, al ajustarla también podrás ayudar a estabilizar el pH. Para subir la alcalinidad, puedes utilizar bicarbonato de sodio, que además de ser efectivo, es un producto económico y fácil de conseguir.

Cómo subir el pH de tu piscina salada ajustando el clorador salino

Tu clorador salino también puede influir en el pH del agua. Algunos modelos permiten ajustar la producción de cloro, lo cual puede afectar el pH. Asegúrate de leer el manual de tu clorador salino y ajustar los niveles de acuerdo a las recomendaciones del fabricante. Esto puede ayudarte a mantener un pH balanceado sin necesidad de añadir productos químicos adicionales.

Cómo subir el pH del agua de tu piscina de forma casera

Utiliza bicarbonato de sodio

Una de las formas más sencillas y económicas para subir el pH de tu piscina es utilizando bicarbonato de sodio. Este compuesto es fácil de encontrar en cualquier supermercado y es seguro para el uso en piscinas. Para emplearlo correctamente, primero debes medir el nivel de pH del agua con un kit de prueba. Si el pH está por debajo de 7.2, puedes añadir bicarbonato de sodio. Calcula aproximadamente 1.5 libras (680 gramos) por cada 10,000 galones (37,854 litros) de agua para elevar el pH en 0.1 unidades. Asegúrate de esparcir el bicarbonato de sodio alrededor de la piscina y no solo en un punto para evitar concentraciones altas en un área.

El uso de ceniza de madera

Otra alternativa casera para subir el pH en tu piscina es la ceniza de madera. La ceniza es alcalina y puede ayudar a equilibrar el pH del agua. Antes de agregarla, asegúrate de que la ceniza esté completamente libre de residuos y sea de madera no tratada químicamente. Comienza añadiendo una pequeña cantidad y luego verifica el pH. Es un método menos preciso que el bicarbonato de sodio, pero puede ser útil si ya tienes ceniza disponible y quieres optar por una solución más natural.

Agrega carbonato de sodio

El carbonato de sodio, también conocido como sosa o soda ash, es otro producto que puedes utilizar para subir el pH de tu piscina. Es más potente que el bicarbonato de sodio, así que necesitarás usarlo en menor cantidad. Para aplicarlo, primero disuélvelo en un cubo de agua para evitar que se asiente en el fondo de la piscina y posiblemente dañe el revestimiento. Añade la solución lentamente al agua de la piscina, distribuyéndola uniformemente y siempre verificando los niveles de pH para no sobrepasar el rango ideal, que suele estar entre 7.2 y 7.6.

Recuerda que el procedimiento no es complicado: simplemente requiere constancia y atención a los detalles. Con la práctica y siguiendo las recomendaciones que te hemos proporcionado, serás capaz de mantener el agua de tu piscina en condiciones óptimas, garantizando así una experiencia de nado segura y agradable. No te olvides de disfrutar de cada chapuzón sabiendo que has tomado las medidas necesarias para asegurar un entorno acuático saludable. ¡Ahora a disfrutar del agua cristalina y equilibrada que tu esfuerzo ha logrado!

 

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